Todo parecía perdido, y de repente...
- miguelleiro
- 11 jun 2015
- 1 Min. de lectura
Parecía que la suerte estaba echada para Audrey Stone cuando tropezó y quedó a expensas del bus escolar que la atropellaría sin remedio. Pero entonces su perro lazarillo, Figo, se interpusó entre ella y su destino y se convirtió en un héroe.

No pintaba bien para el pobre Figo cuando se dieron cuenta de que había perdido casi toda la carne de su pata.

Su dueña,, Audrey Stone, pese a tener varias costillas rotas no dejaba de preguntar por Figo, pero tenemos que decir que Figo está...

¡cómo una rosa! ¿No es el mundo maravilloso?
Vía: USA Today.
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